Sentí la voz resbalar por el borde de tus labios,
¡Vibrante…!
Como lágrima tímida antes caer al vacío;
fue un momento…
Solo unos segundos, tal
vez un minuto… no mucho;
el suficiente para soñar...
Soñé en silencio presintiendo
tu llegada.
Era una bonita canción que hablaba de amor;
de la dorada intimidad de la flor melífera,
que murmura ya su aroma,
provocando, así,
a la abeja…
Muy bonito, invita a la reflexión.
ResponderEliminarGracias, lamesadelaventana...
ResponderEliminarRealmente, con estos fríos apetece soñar con la primavera.
Ya te he visitado alguna vez, aunque procuré no hacer ruido.
Ya sabes, me inclino por el otoño, pero me agrada la primavera, es el despertar!...
ResponderEliminarBeijinhos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBueno, no sé si te lo habré comentado, pero mi estación preferida, también es el otoño. Pero luego, la primavera, sin duda. Todas tienen su encanto y son dinas de vivirse, pero el verano y el invierno son demasiado duros para mi gusto, exageraos en lo suyo, digo jeje Y este, este invierno, por primera vez me pasa en la vida, ya tengo ganas de que se acabe (que él me perdone) pero es que se majuntao tó, hasta el siberiano... vamos que están las cosas conmigo, más pegajosas que una mosca de verano jeje... por eso, una, que es soñadora, pues sueña que con la mudanza de estación tal vez todo cambie, a mejor, digo...
ResponderEliminarBesos