
En tres pasos…te gané y te perdí
Te compré,
Te hice mío
Y pagué, después, para dejarte libre.
Soñé contigo,
Y viniste, libre, hacia mí.
Pero yo te encarcelé.
Te vi llorar, ¡triste…!
Me abracé a ti ¡queriéndote cambiar!
Y al mirarte comprendí ¡No eras mío!
En tres pasos te perdí:
Te compré,
Te hice mío
Y pagué, después, tu libertad…
Aprendí a dejarte ¡Libre!
Aprendí a mirarte ¡Tuyo!
Al fin, Amarte ¡Distinto!
...Y llorarte desaparecido.
... Cierto, sin saber te imaginé y fue así como sin saber que quería, pinté el amor. El tiempo se encargó de borrar el color y acento de tu felina y amada mirada. Aquí dejo tu retrato, con algún año de menos... El tiempo no pudo borrar el amor, hermano gato.
Poesia para reler e lentamente deixar-se levar na corrente.
ResponderEliminarVou seguir-te
Bienvenido y encantada de saludarte, Luis.
ResponderEliminarSupongo que no me equivoco, entendiendo que me encontraste en el Blog: Amigos de Portugal, de mi (nuestro) estimado amigo y compañero -en esto de los blogs- Joaquín Duarte.
Aunque no practico vuestra lengua o idioma, la verdad es que hay mucho que se deja adivinar o intuir. No solo son lenguas hermanas, las nuestras... Nosotros mismos, -Portugueses y Españoles- lo somos, tal vez por eso, a veces, nos hemos llevado mal (una pequeña broma jeje... espero que no te moleste:)
Tu comentario a mi texto me ha gustado mucho. Te quedo agradecida por la visita y tus bonitas palabras.
Ya he pasado por tu casa (tu blog) espero, con paciencia comprender bien y poder comentar algo.
Y, por supuesto espero que hayas comprendido mi respuesta a ti.
Gracias y un abrazo, Luis
Belleza felina, o metáfora bien lograda?!
ResponderEliminarLa calidad de tus versos es como la de tu prosa, BELLA Y RICA, tanto en matices como en el dominio del medio.
Me ha gustado mucho
Besos
Gracias, amigo...
ResponderEliminar¡Uf...! Verás: En mi etapa madura los felinos están teniendo un papel destacado. Aunque siempre hubo y los he tenido alrededor yo no era de tocarlos, de abrime a ninguno. Era más de plantas. Pero entró uno que ... Tango, le puse. No sabes la transformación que consiguió en mí. Lo que pude aprender... Después vinieron otros, como siempre sin buscarlos, pero una vez llegan ¡quién es el guapo que les echa!
En cuanto a lo que explico en el poema, va para todos... Animales de cuatro patas o de dos jeje
El gato que ilustra el artículo, lo pinté yo. Hasta eso consiguieron, que me dedicase a pintarles (en lienzo claro) jeje
Un abrazo, amigo Duarte
Pintas bien! Los claro oscuro dan belleza, crean contrastes. Es poco lo que se puede ver... parece que esta muy bien.
ResponderEliminarSaqué esa conclusión, pero ya sabes, la matadora es ladina...
Lo bueno que tiene es que los arañazos tratados a tiempo se solucionan fácil.
Un gran abrazo, querida amiga
Bueno, nunca se me dio bien dibujar, así que con el óleo me desquité... Comienzo (más bien comenzaba) directamente manchando el lienzo y dando forma directamente. Era algo mágico ver como las manchas adquirían forma y volumen, en fin, ya te digo, me desquité del viejo trauma jeje
ResponderEliminarYa, ya he tenido arañazos y hasta mordeduras... Es lo que tiene esto. Si dejas entrar gatos y les das de comer y beber, si intentas ayudarles, en fin, hay veces en que ellos no saben que solo quieres curarles o sacarles de un enredo y son felinos, no perros...
Pero riesgo existe en todo, no olvidemos que estamos en el mundo, no en el cielo;)
Besos