miércoles, 22 de septiembre de 2010

Alfredo y Berta



Anuncio:

“Caballero ya no joven, rico, desea encontrar una mujer de su edad, inteligente y conocedora de diversas lenguas para que le sirva de secretaria y gobierne su casa.”

Así, rezaba el anuncio aparecido en un diario de Viena; insertado por un hombre que contaba ya con cuarenta y tres años.

Y un aristócrata, (el barón de suttner) después de leerlo; induce a su secretaria (la condesa Berta Kinski) a que conteste al anuncio.
Ella, era una mujer de treinta tres años, inteligente y bella.

Así fue cómo, Berta, poco tiempo después, se instala en París, como secretaria y gobernanta en la casa del caballero, ya no joven, pero sí rico… Dicho caballero era inventor y también se describió a sí mismo, en alguna ocasión, como: de mal genio, solitario y de existencia miserable. Un hombre con éxito en todos sus negocios, hablando económicamente y que, en cambio, en el negocio de la vida propia, fue poco afortunado.




Con la llegada de Berta, que contestó a su anuncio y fue aceptada, se ilusiona pensando que tiene una familia. Y se siente más feliz, sintiendo que en su residencia se respira un ambiente más hogareño, íntimo, ¡en fin…! Fueron, tal vez, los momentos más entrañables e inolvidables de su vida personal, en lo íntimo, pues en esta mujer, (Berta) encontró una buena y competente amiga.

Él, que solía viajar bastante, ya no temía el regreso a la casa vacía, fría y deshumanizada. Pero aquella… Aquella ilusión, no duraría mucho.

A la vuelta de uno de sus viajes a Estocolmo, Alfredo, que ese era el nombre del maduro caballero (A. Nobel) despertó fría y cruelmente de su sueño.

La casa estaba vacía de nuevo, más vacía y fría que nunca, pues la secretaria (Berta) había marchado a Viena para casarse y convertirse en la Baronesa de Suttner.
Aquello, volvió a sumirlo en su misantropía…

-Con ese mismo nombre, el de baronesa de Suttner, la amiga de Alfredo Nobel. llegaría a recibir un premio Nobel de la Paz en 1905 gracias a su novela: “Abajo las armas”, publicada en 1890… En esta novela canta al pacifismo y conmueve las conciencias descubriendo al mundo, sin paños calientes, los horrores de las guerras-

Ante la partida inesperada, de la amiga, el dolor y desengaño que siente, Alfredo N. entiende, que a su manera, se había enamorado de ella. Se hunde en el pesimismo. Pero a pesar de ello, él sigue inventando, creando y aumentando su fortuna…

Cuando lee la novela de ella, Nobel se entusiasma y la felicita fervorosamente. Tanto llega conmoverle, la novela, que se convierte en pacifista militante. Aunque no por eso deja de producir dinamita y otras materias necesarias en la guerra. Todos somos pardójicos ¿No?

Berta Suttner y Alfredo, volvieron a encontrarse en Ginebra. Nadie sabe qué se dirían, de qué trató la conversación; pero de aquella amistad renovada parece que surgió la institución de los premios Nobel. Así lo afirmó la escritora muchas veces.

Alfredo Nobel, es un ejemplo más de hombre que triunfa en todo menos, como se dijo ya, en su vida personal. Entendió y acertó en todos los negocios, menos en uno, el de la vida.

Hombre de talento y por tanto conocedor de su desventura. La explicó con desprecio de sí mismo y de la humanidad,dijo:

“Alfredo Nobel. Su existencia miserable debió haber terminado en el mismo instante de nacer a manos de un médico de sentimientos humanitarios, que le hubiera ahogado en el primer aliento. Sus virtudes principales son haber llevado siempre las uñas limpias y no haber sido nunca una carga para nadie. Sus defectos sobresalientes son no poseer familia, tener muy mal genio y sufrir una digestión lenta. Su único deseo: que no le entierren vivo. Su pecado mayor: no rendir culto al dios del becerro de oro. Acontecimientos importantes de su vida: ninguno.”

…………….

Alfredo Nobel nació en Estocolmo el día 21 de octubre de 1833. Esto tiene su importancia, por que al morir y dejar su enorme fortuna para fines de cultura y pacifismo, unos parientes impugnaron el testamento diciendo que Alfredo Nobel era un sin patria, pues no existía ningún documento que probara dónde había nacido y de quién era hijo, lo cual podría incapacitar a la Academia de Suecia para heredarlo.

Fortuitamente, cinco años después de la muerte de Nobel, un notario descubrió la partida de naciemiento del testador, y la Academia de Suecia y los albaceas se hicieron cargo de la inmensa fortuna empezando por la atribución de los Premios.

Os pego aquí el testamento de Alfredo Nobel y unas notas sobre la autora galardonada con el Nobel de la Paz



Testamento de Alfred Nobel

"La totalidad de lo que queda de mi fortuna quedará dispuesta del modo siguiente: el capital, invertido en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyos intereses serán distribuidos cada año en forma de premios entre aquéllos que durante el año precedente hayan realizado el mayor beneficio a la humanidad. Dichos intereses se dividirán en cinco partes iguales, que serán repartidas de la siguiente manera:
Una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento o el invento más importante dentro del campo de la Física.
Una parte a la persona que haya realizado el descubrimiento o mejora más importante dentro de la Química.
Una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento más importante dentro del campo de la Fisiología y la Medicina.
Una parte a la persona que haya producido la obra más sobresaliente de tendencia idealista dentro del campo de la Literatura.
Una parte a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz.
Los premios para la Física y la Química serán otorgados por la Academia Sueca de las Ciencias, el de Fisiología y Medicina será concedido por el Instituto Karolinska de Estocolmo, el de Literatura, por la Academia de Estocolmo, y el de los defensores de la paz por un comité formado por cinco personas elegidas por el Storting (Parlamento) noruego. Es mi expreso deseo que, al otorgar estos premios, no se tenga en consideración la nacionalidad de los candidatos, sino que sean los más merecedores los que reciban el premio, sean escandinavos o no". (Fuente ahttp://www.portalplanetasedna.com.ar/nobel.htm




La baronesa Bertha von Suttner, aristócrata austriaca nacida a mediados del siglo XIX, fue una escritora comprometida con el ideal pacifista que defendió a través de sus obras, lo que le valió el premio Nobel de la Paz en 1905. Bertha von Suttner (1843-1914
….

El verdadero mérito de “¡Abajo las armas!” no es literario, sino lo que su contenido supuso en su tiempo; hasta entonces nadie había denunciado de una forma tan contundente el dolor, la maldad y la crueldad de la guerra, nadie había descrito de forma tan gráfica el padecimiento de los soldados, de los heridos abandonados, de la pesadilla del campo de batalla, del miedo que vuelve loco y del pánico a la muerte. La manipulación de la opinión pública hacía que la literatura estuviera más entregada a la causa de la guerra que a la de la paz. Después de todo, Europa no ha cambiado tanto.
http://www.realidadliteral.net/3paginaI-77.htm

6 comentarios:

  1. Li una biografía, bastante amplia, de Alfredo Nobel y en ningún momento mencionan esta vinculación. Generalmente se central en sus grandes logros para la ciencia y estos aspectos tan bellos ni los mencionan.
    Me ha gustado el modo como tratas el tema, dandole el sentido humano necesario para que enganche al leerlo.
    Agradecido quedo por la divulgación.

    Conocía la Sra. a través de la numismática. Su imagen es la que ilustra la moneda de dos euros de Austria.

    Un gran abrazo

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  2. Sí, Duarte, cononozco también esa imagen. Hay otra en la que aparecen en un billet. Tal vez´, cree algo con imágenes de los dos. De A.Nobel, hay una que me gusta mucho, en ella aparecen dos, una de joven y otra ya maduro. Aquí, incluí la imagen que más me gusta de todas (de Berta, digo) es para mi, la ´más cordial o agradble. Es, la que aparecía en el artículo que leí y que iba de la biografía de A.Nobel (en un libro "viejo" que tiró alguien a la basura).

    Gracias por tus palabras... Entiendo que todas las vidas tienen cosas atractivas, interesantes, misterisas... esa cosas "normales en todos" que nos hacen semejantes y disminuyen o deshacen fronteras y distancias entre, digamos, los "afamados en algo" y el corriete... solo conocido en su casa, como, por ejemplo una;)
    Y, en el fondo, es lo que nos gusta descubrir en todos, que en medio de nuestras diferencias, títulos, conocimientos, premios,etc., todos tenemos "vida" sentir y en él (el sentir) alegría y tristeza.
    Esto nos hace más pacíficos, también. Ese mirar al otro tan parecido o semejante a uno ¿verdad?

    Tal vez, por eso, triunfan las revistas del corazón y esos programas que llaman telebasura... Aunque sea de esta forma un poco "miserable", más allá de lo que parece, lo que pienso que busca la gente en eso (salvo excepciones, claro) es acercarse al otro, SENTIR. Hay mucha soledad de la no buscada. Falta de..., vacío. Algunos afortunados, hemos podido cultivar parcelas distintas, para buscar, a fin de cuentas lo mismo, algo así... Pero también están, los que no tuvieron esa fortuna y, o, nacen, digamos, "aves de rapiña"...

    Bueno, ya me callo. Un abrazo grande querido Duarte.

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  3. Bien...
    He añadido a través de slide, alguna imagen más de Al fredo y berta.

    Espero os guste,

    Saludos

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  4. Pobre Alfredo!!! Sobre todo sus comentarios finales me recuerdan mucho a Pessoa. Ahí os dejo una cita

    "Concebirme por fuera fue mi desgracia-la desgracia para mi felicidad.

    Me vi como los otros me ven, y comencé a despreciarme,

    no tanto porque reconociese en mí rasgos por los cuales

    mereciese desprecio, sino porque comencé a verme

    como me ven los otros, y a sentir cualquier desprecio que

    ellos pudieran sentir por mí. Sufrí la humillación de conocerme"

    Fernando Pessoa

    Saluditos

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  5. Pues esta cita que nos dejas, me recuerda a otro relato tuyo:

    "Soy un monsatruo"


    "arribó al palacio de adobe de princesa encantada, ya versada en la convivencia con esa áurea de rechazo que la envolvía, motivo por el cual nunca se marchó, perpetrando para postreras generaciones el viejo lema de “mejor aquí, que en la calle” hasta convertirlo en base del refranero popular."

    Abracito;)

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  6. Sí, me inspiró Pessoa. Las palabras amargas de Alberto Nobel me recordaron que a veces somos infelices por el simple hecho de que no sabemos ser lo contrario ya sea por costumbre o por hastío frente a nuestro entorno. Adoptamos un papel, el resto lo acepta y todos nos rendimos ante él.
    Te lo devuelvo, el abrazo

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